Los neurotransmisores no explican la mente

En una reciente entrada en MindHacks presentan medio en broma una gráfica de la evolución de las publicaciones acerca de los distintos neurotransmisores cerebrales en las revistas de neurociencia.

Evolución de las publicaciones sobre neurotransmisores

¡La dopamina es la reina! Y le sigue aunque en declive el glutamato… pobre glutamato, tan incomprendido… Hay un leve ascenso de la oxitocina, la última en llegar ¿Tendrá algún día un papel relevante?

¿Qué son los neurotransmisores?

Los neurotransmisores son una de las formas que tienen las neuronas de comunicarse entre sí: palabras químicas que se lanzan entre sí para transmitir información. Su descubrimiento y estudio ha sido uno de los grandes avances en el conocimiento del cerebro durante el siglo XX, tras la teoría neuronal de Ramón y Cajal.

Pero como todos los grandes descubrimientos, existe la tendencia a usarlos como una explicación de todo. La deslumbrante belleza de las sinapsis químicas y por supuesto el éxito de los psicofármacos que se basaban en su comprensión, llevó a pensar que sabíamos más de lo que sabíamos.

Los neurólogos y psiquiatras pasamos a hablar de los neurotranmisores en el más puro estilo hipocrático, como si fueran la versión moderna de la teoría de los humores: hay poca dopamina, le falta serotonina… No parece que hubiésemos avanzado mucho desde que los griegos decían que en la depresión había un exceso de bilis negra (por eso la llamaron melancolía)

Como resultado de aquella época tenemos la teoría dopaminérgica de la esquizofrenia, la teoría serotoninérgica de la depresión, la teoría oxitocinérgica de la psicopatía… Todas ellas son explicaciones que entendían las distintas  enfermedades como disminución o exceso de  algún neurotransmisor.

No es tan simple…

Pero los neurotransmisores no son humores que sobren o falten. Se parecen a palabras. Y cuando la comunicación no es buena, no es adecuado pensar que sobren verbos o falten adjetivos.

Nos gustaría tener una explicación simple para las cosas, pero el cerebro no es simple. Probablemente no vamos a poder entenderlo de esta forma. Ni la actual psicología cognitiva, ni una psiquiatría biologíca simplona pueden ayudarnos realmente. No nombro el psiconanálisis ni otras pseudociencias, no merecen ni citarse.

Aunque los neurotransmisores no sean toda la explicación, si son una parte de ella. Nuestros limitados psicofarmacos (tan primitivos) cambian la dinámica, las resonancias y la potencia de los neurotransmisores , aliviando en muchos casos los síntomas y el sufrimiento. Cuando lo hacen es maravilloso, pero no siempre funcionan. Debemos seguir avanzando en el conocimiento del cerebro para poder hacer mejor las cosas, per para eso es necesario revisar algunas visiones simplistas sobre su funcionamiento.

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