Trastorno bipolar, luz azul y gafas amarillas

¿Puede ser que el uso de gafas coloreadas sea un tratamiento para el trastorno bipolar? Aunque suene extraño, hay estudios científicos que están apuntando en esa dirección. El trastorno bipolar es una enfermedad tratable caracterizada por episodios de gran actividad y/o irritabilidad a los que se llaman episodios maníacos que se alternan con episodios de depresión. Es una enfermedad muy frecuente que llega a afectar al 2% de la población (sic) en sus distintas formas.

Aunque existen diversas causas y factores que lo desencadenana, pero una a la que más importancia se le está dando últimamente es la desincronización del reloj biológico: cambios en los horarios de trabajo, viajes transcontinentales o vivir en ambientes lumínicos poco naturales son factores de descompensación que deben evitarse.

Melanopsina y las células ganglionares

Desde hace unos años, sabemos que las células ganglionares fotosensibles, un pequeño grupo de  células de la retina, están dedicadas a enviar señales al cerebro con la misión de sincronizar el reloj biológico con la luz ambiental. El cerebro calcula gracias a ellas la hora del día en la que nos encontramos, tomando como datos la intensidad y el color de la luz que recibimos. Por eso, el exponerse a luces fuertes, en horarios nocturnos o con colores anómalos puede alterar el ritmo circadiano y producir cambios en el ánimo.

En concreto, se ha visto que la luz con espectro intenso en la zona azul estimula la melanopsina, el pigmento que usan estas células para captar la luz. Algunas fuentes de iluminación artificiales y prácticamente todas las pantallas de aparatos electrónicos emiten intensamente en las áreas azules del espectro visible, por lo que creemos que son más peligrosas en este aspecto.

Pues bien, los últimos estudios sugieren que las personas con trastorno bipolar deberían protegerse de estas fuentes de luz, al menos en el último tercio del día y durante la noche, ya que podrían producir el comienzo de una crisis. Es más, hay incluso estudios en los que se bloquea la luz azul mediante gafas coloreadas (principalmente lentes amarillas o naranjas) para tratar los episodios de manía. Aunque aún se trata de tratamientos en evaluación, la base científica que los sustenta es sólida. Es posible que pronto contemos con la luz como un nueva arma, sencilla y sin efectos secundarios para luchar contra esta enfermedad.

Deja un comentario





Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.