Otra vez el suicidio
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Cada año el Instituto Nacional de Estadística publica las cifras de suicidios en nuestro país, anuncio que es seguido invariablemente por notas de prensa, artículos de opinión y múltiples entrevistas a psiquiatras y psicólogos. Se hace hincapié en la gravedad del hecho, en que las cifras aumentan de nuevo, siempre se subraya que el suicidio es la primera causa de muerte en adultos jóvenes por encima de los accidentes de tráfico. Un problema de salud pública del que nadie habla.
Tras esto, no falta una disertación acerca de las posibles causas de esta catástrofe cotidiana. Se nombran, según las preferencias del narrador, una variedad de ellas: el paro, la pobreza, el exceso de horas laborales, las nuevas estructuras familiares, el aislamiento de las redes sociales o la falta de valores. Los psiquiatras y psicólogos respondemos a los periodistas, cada uno con nuestro mensaje y preocupaciones particulares. Los artículos suelen finalizar con un alegato por la prevención que se convierte en una llamada a “cambiar la sociedad”. Y con esto el tema se agota a la espera de los próximos recuentos. Entre estadística y estadística es el silencio. Un total de 3910 personas se quitaron la vida en el año 2014. Cada uno de estos hombres y mujeres pasó probablemente por un largo periodo de sufrimiento, sin encontrar a su alrededor la ayuda que necesitaban. Ni los profesionales, sus familiares o amigos pudimos evitarlo.
Dentro de unos meses volverán a publicar el número de suicidios, esta vez del 2015. Volverán los titulares, las entrevistas, la gravedad del asunto, primera causa de muerte en jóvenes, hay que cambiar la sociedad, el bullying, el paro… Todo igual. Pero hoy, como cada día del año, 10 personas se quitarán la vida en España tras un dolor inimaginable, que se quedará para los que dejan atrás. ¿Podemos cambiar esto?
Cuando estudiamos de una manera más serena los datos, encontramos claramente varios factores que aumentan la probabilidad de que una persona se quite la vida. El consumo de alcohol y otras drogas, el desempleo o el acceso a medios letales son algunos de ellos. Pero por encima de todas estas variables hay una condición que se da en la mayoría de los casos de suicidio. Es en la práctica una condición necesaria, aunque no suficiente, para quitarse la vida: la enfermedad mental […]