Los años que vienen en salud mental

La crisis está dañando todo, pero la sanidad puede sufrir especialmente. Es probablemente el servicio público que más recursos necesita y además su coste no deja de subir año a año. Algo caro que es cada vez más caro en un mundo en el que falta dinero. Y sin embargo es algo muy importante.

El campo de la salud mental se encuentra además infradotado respecto a otras especialidades médicas y sus usuarios son muchas veces especialmente vulnerables, con rentas menores y menos posibilidades de buscar ayuda en redes privadas.

Por todo esto, es probable que en los próximos años veamos cómo la asistencia pública a la salud mental se deteriora. Sólo un esfuerzo en aumentar la eficiencia por parte de los gestores de los sistemas públicos de salud podría evitar una catastrofe. Vamos a necesitar innovación: nuevas ideas, participación de familares y pacientes, redes comunitarias de apoyo reales (no esa psiquiatría comunitaria ideologizada y no centrada en el paciente que tenemos)… en fin, vamos a necesitar cambiarlo todo.