El tratamiento de la depresión puede considerarse sin lugar a dudas como uno de los grandes éxitos de la psiquiatría moderna. Los tratamientos actuales suelen ser bastante eficaces. Además, sobre todo los aparecidos en los últimos años, con escasos efectos secundarios.

Cuando la depresión tiene una causa no psiquiátrica es prioritario tratar esa causa (por ejemplo: si faltan hormonas tiroideas, añadirlas). No obstante, a pesar de tratar la causa, para que la depresión desaparezca suele ser necesario igualmente un tratamiento completo. En el tratamiento de la depresión encontramos dos herramientas principales: los medicamentos y la psicoterapia. En los casos leves la psicoterapia puede ser suficiente, en los casos moderados o graves es necesario usar fármacos.

Medicamentos para la depresión

Para el tratamiento de la depresión se usan muchos tipos de medicamentos. Los más importantes son los antidepresivos y los ansiolíticos, pero en depresiones especiales como la depresión bipolar o la depresión psicótica pueden usarse otros tipos de medicación

Antidepresivos

En la depresión el tratamiento principal son los antidepresivos. Se trata de fármacos que regulan los neurotransmisores, moléculas químicas con las que se comunican las neuronas. Lo más frecuente es que los antidepresivos aumenten la cantidad de serotonina (uno de los neurotransmisores) en las conexiones entre las neuronas. Este aumento de serotonina provoca a medio plazo cambios en estas neuronas que con el tiempo hacen  desaparecer los síntomas. Hay distintos tipos de antidepresivos, se clasifican según el neurotransmisor al que afectan (serotonina, noradrenalina y/o dopamina, principalmente), también según su estructura química.

Ansiolíticos e hipnóticos

Muchas veces suelen ser necesarios de forma temporal fármacos para disminuir el estrés y el nerviosismo. También suelen usarse medicamentos que permitan tener un sueño reparador.

Psicoterapia

La psicoterapia es una gran herramienta para el tratamiento de las depresiones menos graves. En el caso de los trastornos moderados o graves suele ser imprescindible el uso de fármacos. No obstante, incluso en las depresiones importantes la psicoterapia puede ser de gran ayuda como tratamiento coadyuvante.