Evolución y pronóstico de las adicciones

Hay muchas formas de dividir en fases esta enfermedad. Algunas son útiles para  el acompasamiento de la psicoterapia, pero la que explicamos aquí se basa en datos biológicos, en los cambios cerebrales. Las fases son:

Contacto

También llamado uso recreativo. En un principio, el consumo de la sustancia no produce adicción, es decir, no modifica el circuito de la motivación. La repetición del consumo durante este tiempo dependerá sólo de los efectos de la sustancia. En otras palabras: si al paciente le gusta el efecto repetirá, si no, dejara de usarla.

Fase de adaptación

Si el consumo se produce habitualmente el cerebro cambiará. Con “habitualmente” no nos referimos a “diariamente”. Puede muy bien ser semanalmente o mensualmente (dependerá de la vulnerabilidad de la persona y del tipo de sustancia). En esta fase los circuitos van adaptándose a la presencia de la sustancia y van cambiando. Estos cambios no tienen marcha atrás. Si el sistema de recompensa cambia lo suficiente, estaremos en la siguiente fase.

Adicción establecida

Llega un momento en el que el circuito de la motivación ya ha cambiado. A partir de aquí la persona es adicta. Este cambio es irreversible en algunos aspectos pero eso no quiere decir que no se pueda dejar de consumir la sustancia. La persona adicta no tendrá nunca un cerebro “virgen”, no es posible volver a un estado anterior de no contacto con la sustancia, pero sí se puede llegar a una fase de remisión. Esto se consigue con tratamiento adecuado y esfuerzo personal.

Remisión

Es el estado final  (y deseable) de una adicción. El tratamiento consiste en llevar a la persona a esta fase. Aunque el paciente no está “curado”, en esta fase el paciente no consume, puede llevar una vida normal, no siente angustia o sufrimiento por no consumir ni tiene que hacer frente a un ansia de consumo constante. Aún así, el paciente sigue siendo un adicto, por lo que el riesgo de recaída  es superior a la de la población no adicta y por lo tanto hay que tener ciertas precauciones, sobre todo en el contacto con desencadenantes de consumo.

 

¿Se curan las adicciones?

La adicción es una enfermedad crónica, así que decir que “se ha curado” no suele ser  correcto. Ocurre lo mismo con muchas  enfermedades médicas como la hipertensión o la diabetes. Eso no quiere decir que el tratamiento no funcione. Un paciente adicto sí puede llegar a hacer una vida normal, llamamos a ese estado remisión. Cuando una persona adicta alcanza la remisión no está ya  todo el tiempo angustiado pensando en el objeto de su adicción y vuelve a mostrar la forma de ser previa, se sentirá (y los demás también lo verán) “como era antes”. La diferencia entre remisión y curación es que nunca podrá volver a consumir de forma controlada la sustancia a la que es adicto si no quiere enfermar de nuevo muy rápidamente. Además deberá tener cuidado con algunas situaciones, lugares o personas que puedan aumentar el riesgo de una recaída.

 


Última revisión: 11/4/2017  Autor: Dr. Diego Urgelés