Las adicciones conductuales

Las adicciones conductuales son "adicciones sin sustancia". Nos referimos por tanto a problemas como la ludopatía, la adicción al sexo, a los móviles o a internet. Aunque no exista una sustancia, podemos comprobar que cumplen los requerimientos para ser considerados una adicción.

El tratamiento de este tipo de adicciones supone siempre un problema importante. Esto se debe a dos razones:

  • Las personas que sufren adicciones conductuales suelen estar más predispuestas a tener adicciones que el resto de personas.

Aunque esto es también válido para las adicciones a sustancias, se cree que en las adicciones conductuales sucede en un grado más importante. Casi todo el mundo que consume cocaína puede hacerse cocainómano, pero hay que ser especialmente vulnerable para hacerse adicto a darse atracones de comida, ya que comer es una conducta para la que estamos diseñados.

  • Es difícil poner límites a las adicciones sin sustancia, en cambio las sustancias adictivas pueden alejarse de una forma relativamente sencilla.

Poner barreras a las conductas sin sustancia es más difícil. Por ejemplo: el sexo requiere sólo del propio cuerpo al que no podemos poner barreras, las adicciones alimentarias no se pueden tratar evitando contactar con la comida, una persona adicta a internet quizá no puede renunciar al uso de un ordenador en el  siglo XXI debido a las exigencias de su trabajo o de su forma de vida...

Por estas razones, el tratamiento de las adicciones conductuales difiere del tratamiento general de las adicciones a sustancias. En lo posible hay que controlar la conducta mediante límites externos. Por ejemplo, un ludópata solicitará control de su familia para el manejo del dinero en efectivo. De nuevo la psicoeducación, la prevención de recaídas y la terapia de grupo son muy importantes en este tipo de adicciones.

En cuanto a los fármacos, el panorama aquí es menos optimista. Hay medicamentos que disminuyen la impulsividad y pueden ser interesantes si realmente hay un componente impulsivo en la conducta, pero esto no siempre es así. Para el resto de casos, aunque en ocasiones concretas pueden ayudar, no se conocen actualmente fármacos claramente eficaces.

Si en el resto de adicciones es muy importante que el profesional que las trate sea experto en el problema, en el caso concreto de las adicciones conductuales es todavía más importante si cabe, ya que quizá nos enfrentamos a una de las adicciones de más difícil tratamiento.

 


Última revisión: 11/4/2017  Autor: Dr. Diego Urgelés