Tratamiento de la demencia

Los tratamientos no son los mismos para todos las demencias. En las causas de demencia tratables existen tratamientos que pueden parar e incluso hacer volver atrás a la enfermedad, en otras como la demencia vascular podemos controlar el avance de los síntomas, pero por desgracia no hay buenos tratamientos para muchas de las clases de demencia. Aún así, siempre se puede hacer un tratamiento sintomático para mejorar los síntomas  que acompañan a la demencia, como la depresión, la ansiedad o el insomnio, lo cual mejora la calidad de vida.

Tratamiento de la demencia

El tratamiento de la demencia se dirige casi siempre a los síntomas y no a la causa , ya que no tenemos aún tratamientos que afecten al origen de estas enfermedades (a excepción de unas pocas causas de las demencias de causa tratable).

Por lo tanto, los objetivo de los tratamientos suelen ser:

  • disminuir las alteraciones de la conducta
  • cambiar el entorno del paciente para mejorar su funcionamiento
  • prevenir las complicaciones

Para ello existen fármacos que retrasan y modulan los síntomas generales de la demencia. Otro tipo de estrategia igual o más importante es el tratamiento de los problemas neuropsiquiátricos asociados a la demencia. Por último, tratamientos no farmacológicos, como la rehabilitación, la terapia ocupacional o la nutrición adecuada, son los que muchas veces tienen un mayor impacto en la calidad de vida de los enfermos.

Fármacos de uso general en la demencia

Los principales tratamientos farmacológicos con evidencia científica en el tratamiento de la demencia son los siguientes:

Inhibidores de la colinesterasa

En algunos tipos de demencia, especialmente en la enfermedad de Alzheimer, hay niveles bajos de actividad del transmisor acetilcolina. Los fármacos que aumentan la cantidad de aceticlcolina pueden mejorar moderadamente algunos síntomas de la enfermedad. Estos fármacos son los inhibidores de la colinesterasa: donepezilo, rivastigmina y galantamina. Sus principales efectos secundarios son náuseas, vómitos y diarrea.

Memantina

La memantina es un antagonista del receptor de N-metil-D-aspartato (NMDA). Se cree que puede ralentizarla producción de más lesiones en el tejido nervioso, así como mejorar levemente los síntomas. Su uso tiene más evidencia en el caso de la demencia vascular.

Vitamina E

La vitamina E ha sido estudiada debido a sus propiedades antioxidantes. Parece que la vitamina E en altas dosis tiene un beneficio moderado, retrasando la progresión de la enfermeadd en pacientes con una demencia leve o moderada.

Tratamiento de los problemas psiquiátricos

La depresión, insomnio, delirios, agresividad, ansiedad o desinhibición conductual pueden afectar profundamente a los enfermos con con demencia, así como a sus familias y cuidadores, siendo en muchas ocasiones los principales problemas de la enfermedad, más allá del deterioro cognitivo y los fallos de memoria. Sin embargo, al contrario que lo que ocurre con el deterioro cognitivo, el tratamiento de estos problemas psiquiátricos suele ser bastante efectivo, aunque requiere algunas veces la atención de un experto en psicofarmacología.

Tratamientos no farmacológicos

Cuidado de la alimentaciónLa nutrición inadecuada es frecuente en pacientes con demencia. Es posible usar suplementos nutricionales orales para mejorar el peso, así como alimentos ricos en calorías, siempre que sea necesario. En general, todos los cuidados destinados a mejorar el estado general como cuidar la alimentación, la higiene o mantener una cierta actividad física mejoran la calidad de vida y el pronóstico.

Rehabilitación cognitiva: La rehabilitación cognitiva se usa en las primeras etapas de la enfermedad para para compensar la disminución de las funciones. Su utilidad no está comprobada.

Ejercicio físico: Varios estudios han demostrado que los programas de ejercicio formales pueden mejorar el funcionamiento físico o al menos ralentizar la progresión de la disminución funcional

Terapia ocupacional: Consiste en  enseñar a los pacientes y sus cuidadores cómo usar ayudas técnicas para mejorar la adaptación, así como diseñar estrategias para compensar los déficits funcionales que son más problemáticos para el paciente. Suele mejorar bastante la calidad de vida.

 


Última revisión: 2/4/2018  Autor: Dr. Diego Urgelés