Síntomas de la ansiedad
Los síntomas de la ansiedad excesiva son variados y cambian en cada persona. Por ejemplo: aunque hay personas a las que la ansiedad les produce una pérdida del apetito, en otras hace que sientan más hambre.
La ansiedad han que algunas personas no puedan parar de hablar y necesiten moverse constantemente, mientras que otras son incapaces de iniciar una conversación. Con la ansiedad pueden aparecer temblores o aumentar la sudoración. También puede producir dificultades leves de memoria o problemas con la atención y la concentración.
Otros síntomas frecuentes son las sensaciones de opresión en el cuello, aceleración del ritmo cardíaco o de falta de aire, que a veces se confunden con problemas cardíacos o respiratorios. También puede producir miedos inmotivados o sensación de “muerte inminente”, especialmente cuando aparece de forma brusca en forma de crisis.
Entre los síntomas que suelen acompañar a la ansiedad están los problemas del sueño. Son muy importantes porque si no se tratan por separado, pueden empeorar el problema.
La ansiedad produce también un aumento en la intensidad de las adicciones: los fumadores sienten más necesidad de fumar y los alcohólicos de beber. Como las adicciones suelen empeorar la ansiedad, se puede generar un círculo vicioso en el que las adicciones aumentan la ansiedad y la ansiedad aumenta la gravedad de las adicciones.
Síntomas menos conocidos de la ansiedad
Si la ansiedad es muy intensa pueden aparecer síntomas menos habituales como la desrealización o la despersonalización:
- despersonalización es una sensación en la que la persona se siente distinta, como si hubiera cambiado o como si no estuviera dentro de su propio cuerpo. Puede mirarse en un espejo y verse distinto o sentir las extremidades de una forma diferente a la habitual. En ocasiones incluso se puede tener la vivencia de estar fuera del propio cuerpo.
- desrealización el mundo exterior se percibe como distinto o extraño: hay quien lo como brumoso, otros describen la sensación de que algo ha cambiado sin saber explicar por qué. Puede ocurrir que se noten texturas distintas en los objetos o que nos parezcan más grandes o más pequeños de lo habitual.
Tanto la desrealización como la despersonalización pueden ser síntomas de la ansiedad, aunque hay otras enfermedades que también pueden producirlos, por lo que si estos síntomas son intensos o se repiten es necesario consultar con un médico.
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