Tratamiento de la ansiedad

Aunque la ansiedad no es una enfermedad, debe tratarse si está impidiendo el funcionamiento normal de una persona o si no existe una causa objetiva para que aparezca. Pero antes de tratar hay que hacer algo muy importante: diagnosticarla correctamente.

Es frecuente ver supuestos “problemas de ansiedad” que en realidad son enfermedades de la glándula tiroides, suprarrenales o incluso arritmias cardíacas. Un psiquiatra debe, antes de comenzar el tratamiento, descartar todas estas causas de “ansiedad” mediante las pruebas necesarias. También deberá descartar que la ansiedad no sea un síntoma más de una enfermedad mental distinta.

Una vez asegurado el diagnóstico de ansiedad, el tratamiento dependerá de la intensidad de la misma. Hay diferentes escalones en el tratamiento. En ocasiones una breve psicoeduación o una psicoterapia de corta duración basta para solucionar el problema, otras veces son necesarios tratamientos cortos con fármacos para conseguir un sueños reparador u otros fármacos específicos para la ansiedad.

Hay distintas posibilidades en el tratamiento que a veces es necesario combinar:

  • Mejora del sueño: la ansiedad y los problemas del sueño suelen estar casi siempre asociados. Hay que diagnosticar la alteración del sueño (el tipo de insomnio, si existe un sueño ligero o no reparador…) y tratarla. El tratamiento de los trastornos del sueño es un tema amplio. Existen distintas medidas para mejorar el sueño, desde simples recomendaciones de higiene del sueño hasta fármacos que aumentan la profundidad o la duración del mismo o impiden los despertares a media noche). En cualquier caso, es necesario un sueño “perfecto” para que la ansiedad desaparezca. Es un factor que siempre debe ser tenido en cuenta en el tratamiento.
  • Psicoterapia: la psicoeducación es básica en todos los casos. Puede ser realizada por el psiquiatra o por un psicólogo. El paciente debe conocer qué es la ansiedad, como se generan los problemas de ansiedad y técnicas básicas de control, como técnicas de relajación o de respiración. Cuando la ansiedad es un síntomas más específico de otros problemas como fobias o ansiedad social hay distintas técnicas como la exposición que pueden ayudar bastante.
  • Fármacos: Si el cuadro alcanza una cierta intensidad es imprescindible el uso de medicación durante los periodos iniciales del tratamiento. Se pueden usar distintos fármacos ansiolíticos o determinados tipos de antidepresivos. En cuanto a los ansiolíticos es importante saber que deben ser controlados en todo momento por un psiquiatra, ya que pueden tener problemas de tolerancia: es decir, su efecto desaparece con el tiempo. Por lo tanto aunque su uso es a veces inevitable, debe formar parte de un plan global de tratamiento y usarse en los periodos iniciales del plan terapéutico, ya que más adelante no tendrán efecto. En cuanto a los antidepresivos, actualmente el subgrupo de los inhibidores de la recaptación de serotonina se considera como tratamiento de elección, con éxitos terapéuticos importantes y una tasa de efectos secundarios muy baja. Además no presentan el problema de tolerancia, por lo que pueden ser usados durante el tiempo que sea necesario. Existen otros fármacos para el tratamiento de la ansiedad, pero se trata de medicamentos más potentes y de uso reservado para casos muy específicos.

 


Última revisión: 4/3/2016  Autor: Dr. Diego Urgelés